Hace un tiempo atrás estaba conversando
con un niño. Me contaba lo mucho que le gustaba su escuela actual porque
aprendía mucho y “porque el nene de la otra escuela ya no le hace bully”. Me
quedé en “shock” cuando escuché ese término salir de la boca de un niño no
mayor de diez años. En mi asombro le pregunté: ¿Que significa “bully”? A lo que
él con una cara triste me respondió: “No sé”.
Se dice que los seres humanos nacemos
solamente con dos miedos: miedo a caernos y miedo a los ruidos altos. El resto de
los miedos que tenemos los hemos aprendido por experiencias ó se nos han
enseñado. ¿Recuerdan cuando su mamá y papá le decían "Uy! Por ahí viene el
Cuco!"? Sí, le estamos enseñando a nuestros hijos a tenerle miedo a un
personaje ficticio. Este miedo es aprendido, sicológicamente se lo estas
plantando en la cabecita que justamente, esta en una etapa de absorción total.
Este tema del “bullying” es algo real que
lo hemos estado viviendo de siempre pero nunca se había traído a la luz pública
de esta manera. Se escucha en la radio, se ve en la televisión, en las redes
sociales, en fin en todos lados. El problema está en que se le esta presentando
esta tema a los niños como “El Cuco”.
Llega este niño (al que llamaremos
Jaimito) a la casa y le cuenta a sus padres que su compañero Pepito lo está molestado en la escuela. Instantáneamente los padres identifican a Pepito como
un “bully” y le recomiendan a su hijo que cuando “el bully”(Pepito) lo moleste
se lo diga al maestro. En este momento ya el niño debe estar asociando la nueva
palabra que sus padres dijeron “bully” con su compañerito Pepito. Al cabo de
varios días en una reunión de amistades los padres de Jaimito comienzan a
hablar con otra pareja sobre la situación de su hijo en la escuela. Sus padres
con rostros llenos de preocupación y un tono tanto triste comienzan a
contar lo que pasó “….Pepito….el bully ese… le da…se burla… mi hijo… me da
miedo… pobre Jaimito…” todo esto frente al niño. En este momento Jaimito le
encontró definición al término que sus padres usaron para llamar a Pepito
asociando “bully” con burlas, agresión física, con algo malo, algo que preocupa
a sus padres, algo de lo que debe de cuidarse, algo a lo que le debe tener miedo.
Somos nosotros mismos los que le estamos
bajando las plaquetas sicológicas a nuestros niños y quitando las defensas
necesarias para lidiar con este tipo de situación. Debemos ser prudentes en los temas que se
tocan en frente de ellos y en especial como se hace. El cerebro es un
aparato maravilloso y complejo que no trabaja igual en todos los seres.
Ahora piensa, ¿quienes están siendo los
verdaderos bullies?